"Somos el singular plural en singular. Somos el individual grupo que representa a los siempre jóvenes viejos de la juventud, juventud inquieta, joven inquietud. Somos tan "de prosa" como el poeta y tan "de verso" como el crítico. Somos tan humoristas que te emocionamos, y tan románticos que te echarás a reír. Somos tan indefinibles, que el simple acto de definirnos sería en sí una paradoja."

domingo, 9 de octubre de 2011

Jodidamente Especial



Todos los días la misma mierda. De casa al curro y del curro a casa. Café, papeles, bus y almohada. Una y otra vez, una y otra vez, y el puto reloj que no se mueve. Suelo meterme en páginas de contactos cuando el jefe no mira. Alguna vez me he registrado, pero nunca encuentro nadie que encaje conmigo. Todo son gordas, putas, o alguien que se aburre mucho y decide ponerse una foto de modelo y vacilar. Qué esperaba. ¿Quién más iba a ser tan patético como para ligar por internet? En fin, lo de todos los días, un poco de porno zoofílico y al baño a tocarme. El día que me pillen voy a ser la comidilla de la de secretaría. Siempre he sabido que no me soporta, le oigo reírse con la gorda de personal de la planta tres. Putas.
Las nueve. Apago el ordenador. El puto ordenador. Tengo la camisa pegada por el sudor. Mierda, pensé, ahora la gente tendrá un motivo más para mirarme. Hoy bajo en ascensor, nunca bajo en ascensor. No me gustan los espacios cerrados, y menos aún tener que compartirlos con el gordo de mi compañero. Oh dios mío, le ha salido un grano. Joder, está a punto de explotar. Se está hinchando. Ya es como una canica, como una manzana. Mierda, parece que tiene dos cabezas. Ahora parece que se empieza a dar cuenta. Ya es como su barriga y sigue creciendo, mientras la de contabilidad deja de hablar como una cotorra estreñida.Nos empieza a faltar aire y el grano nos empuja contra las paredes. Pop, y reventamos todos, el ascensor cede y en mis últimos segundos de conciencia pienso que quizás hoy cene pasta.
Llegamos a la planta baja y justo cuando me bajo, se limpia el grano reventado con un clinex. Que no se lo guarde en el bolsillo, que no se lo guarde en bolsillo. Bien, se lo acaba de guardar en el bolsillo. Salgo. No llueve pero hace frío. Mientras llega el autobús, una niña se me queda mirando fijamente y me señala. La gente debería educar a sus hijos, espero que su madre le diga algo. La madre no le dice nada y sigue hablando por el móvil. Como no cuelgue ya le digo algo. La puta niña se ríe y avisa a su hermano. Ya está. Vuelvo a ser un espectáculo para dos idiotas. Por lo menos los adultos ya no se me quedan mirando, como antes. Dicen que somos iguales, pero una mierda. Tus niños no se quedan mirando a un igual. Un igual pagaría lo mismo por subirse a este autobús.
Por la ventana entra corriente y no llego a cerrarla. Los niños se han subido también. Pero de repente esa anciana saca una recortada de la bolsa de la compra y acaba con su sufrimiento mientras me salpica una nube de ceniza y sangre. Intentan reducirla pero justo entonces vuelvo al mundo real y la niñata me ha pegado un chicle.
Mierda, no sale agua caliente. No me queda mucho champú, así que lo mezclo con agua. Llevo así una semana, pero me horroriza la idea de bajar al supermercado y subir con las bolsas cinco pisos sin ascensor. En fin. Me seco. Limpio el vaho del espejo. Va a haber que encerar este cuerno en algún momento. Si se me rompe ya será el segundo este año.
Me llama mi madre y me pregunta que si todo bien, que si como bien, que si necesito algo. Le miento. Le digo que si, que todo bien, que me he echado novia. Es una unicornio fantástica y trabaja en un buffete de abogados dos calles más allá. La conocí en el supermercado. Le gustan las mismas zanahorias que a mí.
Mi mujer murió hace cuatro años. Hicieron pegamento con ella. Esta puta sociedad, que nos trata diferentes por ser lo que somos. Todos esperan que seas mágico, especial. Que sonrías a los niños que te den terrones de azúcar. No hay lugar para sentimientos de verdad, solo una puta sonrisa todo el día. Como si tu mundo fuese de gominola. Yo también cago joder, y fijo que mi mierda huele peor que la suya. Esto es lo que soy y yo no elegí serlo. Un imbécil mitológico, jodidamente especial.

2 comentarios:

  1. Me encanta vuestro blog,me declaro fan!

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  2. Gerôme "el débil"10 de octubre de 2011, 20:47

    este texto está tan bien escrito que me apetece pegarme un tiro (en el mejor sentido).
    Felicitaciones V.

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