Carmín rojo pasión en la mirada,
la mano en el revólver humeante,
acérrima sonrisa fulgurante,
la pérfida cintura de malvada.
la mano en el revólver humeante,
acérrima sonrisa fulgurante,
la pérfida cintura de malvada.
No quise responder (fue fulminante),
la espada la tenía bien clavada,
maldigo aquella tez de mermelada,
maldigo aquellos besos de asaltante.
la espada la tenía bien clavada,
maldigo aquella tez de mermelada,
maldigo aquellos besos de asaltante.
Ya beben golondrinas de la herida;
la sangre danza alegre por mi pecho.
Aroma de humo, pálida herejía,
la sangre danza alegre por mi pecho.
Aroma de humo, pálida herejía,
exiges ya la bolsa, ya la vida,
soy resto de tu asalto, tu desecho:
necrosis ambulante de Sofía.
soy resto de tu asalto, tu desecho:
necrosis ambulante de Sofía.
General Tapioca
Este poema me parece una joya desde la primera vez que lo oí, en un pequeño concierto en el Family hace más de un año, y así te lo manifiesto.
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