En algún lugar cercano a la frontera
Entra decidido un forastero
Mira en derredor, y le mira el tabernero,
Sabe que será tarde de esquelas.
Se acerca ya presto a la barra
Y pide con voz ronca un güisqui doble
Comprueba el tambor de su revólver
Inclina su sombrero, y apura la jarra
Se levantan cinco hombres por detrás
Cinco hombres que cercan la salida
Y los cinco que la mirada bajan
Esbozó media sonrisa nada más
Y dijo antes de segar las cinco vidas:
“enterrador, serán cinco las cajas”
Rey Beri, Obras completas, volumen I
Archibald McAllister
(Basado en la entrada anterior del General Tapioca)
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