Saludos de nuevo grumetillos, he decidido dar un paseo por cubierta para que la resaca de Loch Lomond se atenúe y también por eso de ponerme moreno. Aunque quizás me lo piense mejor viendo lo que le pasó hace un mes aproximadamente a un amigo de un amigo del vecino de mi primo (omitamos nombres). Asturiano de pura cepa, cuando quiso entrar en una conocida discoteca de Oviedo (no me parece bien decir cuál fue el nombre de la discoteca, el Cubik debe mantener una reputación…) no se lo permitieron por el mero hecho de ser (parecer) un extranjero. Ni le pidieron el DNI ni le dejaron hablar ni se excusaron en ningún momento, eso sí el chaval muy limpio, bien vestido, etc. Resulta vergonzoso en todos los aspectos, para empezar ¿Qué más dará si es negro, amarillo, blanco o verde? A todos nos gustaban los Power Rangers ¿no? Y para acabar: el portero era ucraniano, un clásico del Oviedo antiguo para los que conozcan el panorama. Absurdo señores.
Bien, pues una vez finiquitado el boletín informativo, os expongo el tema del que quiero hablar. Estos días hay un enorme ajetreo estudiantil. Tan sólo unos pocos millones de elegidos se examinarán de la PAU , que ni es la más guarra del barrio ni tampoco estamos hablando de las pruebas de acceso a la CIA ni al FBI ni nada por el estilo. (Lo siento, pero no me dejan contar nada acerca de la dificultad de estas pruebas).
“Cada año la hacen más fácil” aseguran algunos “…Vale, tienes razón” secundan otros. Lo que sí es cierto es que no es necesario infligirte un arresto domiciliario de mes y medio para prepararla, hay tanto tiempo que hasta un colaborador de Sálvame podría llegar al cuatro de media, o puede que no. Que por cierto esa es otra, no piden un cinco no, en absoluto, ¡te piden un cuatro al menos para evaluarte! Es como si a Messi le dejaran montar en una atracción de mayores de 1’70 m.
Por último me gustaría añadir que aprueba el 97% de los examinados, así que no entiendo por qué en algunos exámenes hay más tensión que en el bautizo de un gremlin. Si lo llevas bien es un pequeño obstáculo hacia la cafetería de la facultad, creedme, porque de ese 97% hay un 95% que no debería llamarlo PAU sino PAC (Pruebas de Acceso a la Cafetería ) pues acabarán el primer año de universidad con un Máster en pinchos de pechuga de pollo con mayonesa y un Doctorado en póker, tute, culo y hasta cinquillo si me apuran.
Pues lo dicho, que no es para tanto y para aquellos que pensaban que habrían de estudiar hasta que Gago ganara el Balón de Oro, mucha suerte.
Saludos, Haddock.
PD: Pido disculpas por llevar tanto tiempo en el camarote, en realidad había escrito otra entrada pero tenía fecha de caducidad y lamentablemente la cumplió, tendré más regularidad en cuanto me suban el sueldo.