"Somos el singular plural en singular. Somos el individual grupo que representa a los siempre jóvenes viejos de la juventud, juventud inquieta, joven inquietud. Somos tan "de prosa" como el poeta y tan "de verso" como el crítico. Somos tan humoristas que te emocionamos, y tan románticos que te echarás a reír. Somos tan indefinibles, que el simple acto de definirnos sería en sí una paradoja."

miércoles, 13 de abril de 2011

SOBRE LA GUERRA Y LA PAZ

Bianca Castafiore
Emisión Segunda


“Hasta que el color de la piel de un hombre no tenga más significado que el color de sus ojos, yo digo: ¡guerra!”
“Hasta que los derechos humanos básicos sea igualmente garantizados para TODOS, yo digo: ¡guerra!”
                                                                               Bob Marley, War (1976)


   Pero como siempre, cada uno interpreta lo que quiere. Y los que creen que el mundo terminará en 2012 porque relacionan la predicción de Nostradamus en la que decía que “dos grandes rocas arderían la una sobre la otra” o que “el fuego se aproximaría a la Ciudad Nueva” con el 11-S, es porque lo interpretan como quieren. Y quienes decidieron que las mujeres en los países árabes deben llevar burka porque el Islam predica que hay que tener a las mujeres “entre algodones”, también harán lo que les de la gana. Y por el mismo motivo, muchos interpretan la guerra del Rey del reggae como una guerra violenta.

  Así que, yo misma, hace unos días caí en el mismo error. Estaba viendo un video en el que Sinéad O’Connor (la de Nothing Compares 2 U, tan mítica de Kiss FM) actuaba en Saturday Night Live y cantaba a capella la canción que acabo de citar de Bob Marley, pero sustituyendo la palabra “racism” por “child abuse” (abuso infantil). Porque ya en los 90 se criticaba el encubrimiento por parte de la Iglesia Católica de abusos sexuales a menores cometidos por miembros de esta institución (y otras muchas, pero creo que es evidente el por qué de la especial exaltación del problema en el ámbito de la religión). Al terminar la canción, y mientras pronunciaba las palabras “Fight the real enemy” (lucha contra el verdadero enemigo), Sinéad O’Connor rompía una foto de Juan Pablo II, uno de los más acusados por el encubrimiento de este tipo de crímenes. Y yo, cegada por mis propios prejuicios, no le di mayor importancia. Como a mi también me cabrea el tema, justifiqué esa actuación, aun sabiendo que era bastante provocadora.




  Pues bien, aquí no acaba todo. Resulta que Sinéad O’Connor, dos semanas después, participó en un homenaje a Bob Dylan (y aquí está otro de mis puntos débiles) en el Madison Square Garden, en Nueva York. Al salir al escenario, cientos de espectadores empezaron a abuchearla, hasta tal punto que la cantante irlandesa y su banda no pudieron interpretar la canción que tenían preparada. En su lugar, Sinéad pidió que le subieran en volumen de su micro y repitió a capella, y con más rabia aun que la primera vez, las palabras de Bob Marley:

Until the Philosophy which holds one race superior and another inferior is finally and permanently discredited and abandoned, everywhere is war. That until there’s no longer first class and second class citizens of any nation, until the colour of     a man's skin is of no more significance than the colour of his eyes, i’ve got to say WAR. Until the basic human rights are equally guaranteed to all, without regard to race, I say war. And until the ignoble and unhappy regime which holds us all of through, CHILD ABUSE, Yeah, CHILD ABUSE, Yeah. Sub-human bondage havs been toppled, utterly destroyed. Everywhere is WAR.



  Y yo estoy con ella, y creo que es esencial exigir el cambio y luchar contra las injusticias encubiertas. No deberíamos quedarnos quietos ni callados sabiendo que este tipo de cosas ocurren, ni conformarnos con las excusas de aquellos a quienes les interesa mantener estos ni cualquier otra clase de delitos en secreto.

  Pero pocos días después de ver los videos de esta mujer (en concreto el 1 de abril), se produjo un atentado en Mazar-i-Sharif, Afganistán, contra siete empleados de la ONU. Los asesinatos fueron cometidos por un grupo de afganos que decidieron vengarse contra occidente poco después de que los señores Terry Jones (¡nada que ver con el cómico de Monty Python!) y Wayne Snapp prendieran fuego a un Corán en una iglesia en Florida. Y entonces no pude evitar acordarme de la foto rota por Sinéad O’Connor, y lo que eso pudo significar para todos los católicos ofendidos que se encontraban en aquel homenaje a Dylan. 

  Y es que tanto fanáticos religiosos como fanáticos críticos han de tener cuidado con estos temas tan frágiles. Es posible protestar sin ofender a los demás. Pero sobretodo me di cuenta de mi propio error, y de que yo también me dejo llevar en ocasiones por mis ideas y dejo de ser objetiva. ¿Cómo podemos criticar a aquellos que se dejan llevar por la religión y otras prácticas que consideramos poco racionales cuando nosotros mismos nos cegamos a la razón? 

  Hay que luchar, pero en paz.





                                                                                       A mi Hergé.

5 comentarios:

  1. Me acabo de sentir bastante identificada. Felicidades Bianca

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  2. Mi querida amiga, ojalá llegues lejos con tus ideas.
    Si pudieras convencer a todos aquellos que están haciendo mal a tantas personas, de que lo que importa no es la raza, el sexo, la sexualidad, la religión o las ideas políticas de cada uno, si no el amor, la sensibilidad, el respeto y la tolerancia (entre otras muchas cosas), este mundo sería mucho mejor.

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  4. Si ahora mismo llevase sombrero, me lo quitaría. Felicidades de corazón camarada. Pocos textos consiguen lo que ha conseguido este. Un 10 Bianca. Como ya te dije en otra ocasión, espero impacientemente la siguiente emisión.

    Lucas Gioberti.

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