"Somos el singular plural en singular. Somos el individual grupo que representa a los siempre jóvenes viejos de la juventud, juventud inquieta, joven inquietud. Somos tan "de prosa" como el poeta y tan "de verso" como el crítico. Somos tan humoristas que te emocionamos, y tan románticos que te echarás a reír. Somos tan indefinibles, que el simple acto de definirnos sería en sí una paradoja."

viernes, 25 de noviembre de 2011

El poder de la mente o de cómo la música viaja en metro.

Esta noche en el metro, en una parada en la que mucha gente entraba y salía, y entra y sale cada día, se oyó, muy muy bajita, una canción de armónica. Era tan simple, y tan insignificante oculta por el barullo de los viajeros, que su sencillez la hizo resaltar,  y brilló y se oyó por encima de las voces, por encima de los motores y de las puertas.
Cuando éstas se cerraron, y la gente dejó el pasillo central del vagón libre, una mujercita muy pequeña, encogida más que nada por la falta de fortuna, apareció de la nada, con su armónica entre sus manos y boca. "Muchas gracias, muy amables" dijo en alto, a pesar de que nadie le había dado ni una sola moneda. Y en la siguiente parada se bajó del tren. 
Pero su música siguió sonando en los oídos de todos los que habíamos presenciado la maravilla del engaño de las apariencias, a pesar de que ni la intérprete ni su instrumento siguieran allí. 
Y en ese vagón, esa melodía se quedó, y esa armónica siguió cantando, al menos durante un par de estaciones más. Incluso puede que esa música llegara a las casas de algunos de los pasajeros, que sin darse cuenta estén ahora mismo silvando la melodía mientras preparan la cena, o mientras acuestan a sus hijos. Incluso la tarearán de modo que un amigo curioso les pregunte qué es eso que cantan, aunque la respuesta sea totalmente desconocida para el "tarareador". 
Incluso, y me atrevo a decir que es bastante posible que ocurra, puede que con un poco de imaginación, y si tenéis de verdad ganas, esa melodía que una mujercita tocó esta noche, y quién sabe cuántas noches más, en el metro de Madrid, llegue a vuestras casas y la estéis oyendo ahora mismo.
Y es que, ¿dónde suena la música sino en los oídos de quien la escucha?


                                                                                                        Bianca Castafiore

1 comentario:

  1. Increíble comprobar que al acabar de leerlo, mi mente reproduce una melodía muy lejana, algo así como: pirí pirití, tiritiriti...

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