"Somos el singular plural en singular. Somos el individual grupo que representa a los siempre jóvenes viejos de la juventud, juventud inquieta, joven inquietud. Somos tan "de prosa" como el poeta y tan "de verso" como el crítico. Somos tan humoristas que te emocionamos, y tan románticos que te echarás a reír. Somos tan indefinibles, que el simple acto de definirnos sería en sí una paradoja."

martes, 29 de marzo de 2011

El camarote de Bianca Castafiore: emisión primera


  Me presento. Soy Bianca Castafiore, célebre cantante de ópera de la Scala de Milán, italiana de profesión pero asturiana en mis ratos libres, aunque pocos lo saben.

  Tengo el honor de haber sido invitada a formar parte de esta aventura en el barco de mi queridísimo Capitán Haddock, aunque también he sido informada de que la radio no funciona como debería, por lo que nuestras emisiones serán intermitentes y de lo más dispares. No puedo dejar de imaginarme que, fuera de aquí, este tipo de información sonará parecida al ruido que producimos cuando nos tapamos y destapamos los oídos muchas veces seguidas, sin saber por qué. Algo así como un “ploc-ploc” entrecortado del que parece imposible extraer coherencia alguna entre los sonidos, por mucho empeño que pongamos. Pero, no nos engañemos… todos lo hemos hecho alguna vez y estoy segura de que quienes aún disfruten haciéndolo, también disfrutarán de nuestras emisiones.

  En cuanto a lo que yo tengo que decir y aportar a esta aventura, quienes me conozcan sabrán lo muchísimo que disfruto de la música. Pero en general me deleito contemplando (con todos los sentidos; mentiría si dijera que no me gusta tocar, oler, degustar y escuchar todo aquello que llama mi atención) todo tipo de cosas insignificantes, que tienen la capacidad de activar un engranaje en mi cabeza que comienza a esbozar ideas que poco a poco voy enlazando y suelen acabar por dibujar una sonrisa en mi cara. Uno de esos placeres de la vida (aunque de eso todavía sé poco) que se pueden practicar en cualquier lugar y en cualquier momento.

   En mi equipaje no encontraréis más que una vieja pluma, unas cuantas joyas, un espejo de mano y este cuaderno en el que estoy escribiendo y en el que espero poder plasmar en este viaje a… ¡Mil millones de rayos y centellas! ¡No tenemos destino fijo!... Me gusta. Por suerte, padezco lo que algunos académicos con mucho tiempo libre y poca imaginación decidieron llamar “wanderlust”, o un fuerte deseo de viajar (del alemán “wandern” que significa caminar, y “lust”, ganas o deseo), por lo que disfrutaré del trayecto tanto como del destino, por desconocido que sea. Y si no, siempre podré reírme al verme tan bella en el espejo…

                                                                      


            A mi Hergé.

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